LEYENDAS
Una leyenda es una narracion tradicional que incluye elementos de ficción, a menudo sobrenaturales ,
por ejemplo, dioses; y se transmite de generación en generación. Se
ubica en un tiempo y lugar que resultan familiares a los miembros de una
comunidad, lo que aporta al relato cierta verosimilitud. En las leyendas que presentan elementos sobrenaturales, como milagros,
presencia de criaturas féricas o de ultratumba, etc., estos se
presentan como reales, pues forman parte de la visión del mundo propia
de la comunidad en la que se origina la leyenda. En su proceso de
transmisión a través de latradiciom oral las leyendas experimentan a menudo supresiones, añadidos o modificaciones, surgiendo así todo un abanico de variantes.
.
Las leyendas son relatos por lo general milenarios y anónimos que tratan
de narrar episodios como hechos sociales, fenómenos naturales
(eclipses, marejadas, tifones, tormentas, inundaciones, etc), eventos
religiosos, eventos de la naturaleza, etc. con lenguaje simple y
accesible a todos.
Por lo general las que se refieren a hechos
sociales tienen como base algo sucedido en realidad, que con el tiempo
se fue modificando y agrandando hasta convertirse en una leyenda.
Como
en toda narración, se pueden reconocer en ellas tres momentos:
introducción, desarrollo y desenlace. Además, aparecen personajes y se
menciona el tiempo y el lugar donde transcurre la acción
Las leyendas
en otros tiempos fueron la fuente de conocimiento de los pueblos,
porque explicaban todo lo referido a la vida de los mismos (su
surgimiento, desarrollo, ciencia, arte, etc).
Por medio de las leyendas se puede estudiar el marco de un determinado pueblo.
ORIGEN DE LAS LEYENDAS ECUATORIANAS
Cantuña
tenia una labor que habia sido asignada por los franciscano que era
construir una Iglesia en Quito. Este acepto y puso como plazo seis
meses, a cambio el recibia una gran cantidad de dinero.
Aunque
parecia una hazaña imposible lograr terminarla en seis mese, Cantuña
puso su maximo esfuerzo y empeño en terminarla, reunio un equipo de
indigenas y se propuso terminarla. Sin embargo la edificacion no
avanzaba como el la esperaba.
Cantuña
decide vender su alma al diablo a cambio de que terminara la
construccion lo mas rápido posible. Cantuña ya se vio perdido debido a
que vio que los diablillos avanzaban de una manera insuperable, fue aqui
cuando al indio Cantuña se le ocurrio una idea y se escabullo en la
Edificacion sin ser visto y cogio la ultima piedra y escribio: "Quién
ponga esta ultima piedra en su lugar reconocera que Dios es más grande
que el". El diablo al ver esto huyo y Cantuña se salvó.
La verdadera historia trata de
Cantuña era solamente un guagua de noble linaje, cuando Rumiñahui quemó
la ciudad. Olvidado por sus mayores en la histeria colectiva ante el
inminente arribo de las huestes españolas, Cantuña quedó atrapado en las
llamas que consumían al Quito incaico. La suerte quiso que, pese a
estar horriblemente quemado y grotescamente deformado, el muchacho
sobreviva. De él se apiadó uno de los conquistadores llamado Hernán
Suárez, que lo hizo parte de su servicio, lo cristianizó y, según dicen,
lo trató casi como a propio hijo. Pasaron los años y don Hernán, buen
conquistador pero mal administrador, cayó en la desgracia. Aquejado por
las deudas, no atinaba cómo resolver sus problemas cada vez más
acuciantes. Estando a punto de tener que vender casa y solar, Cantuña se
le acercó ofreciéndole solucionar sus problemas, poniéndole una sola
condición: que haga ciertas modificaciones en el subsuelo de la casa.La
suerte del hombre cambió de la noche a la mañana, sus finanzas se
pusieron a tal punto que llegaron a estar más allá que en sus mejores
días. Pero no hay riqueza que pueda evitar lo inevitable: con los años a
cuestas, al ya viejo guerrero le sobrevino la muerte. Cantuña fue
declarado su único heredero y como tal siguió gozando de gran
fortuna.Eran enormes las contribuciones que el indígena realizaba a los
franciscanos para la construcción de su convento e iglesia. Los
religiosos y autoridades, al no comprender el origen de tan grandes y
piadosas ofrendas, resolvieron interrogarlo. Tantas veces acudieron a
Cantuña con sus inoportunas preguntas que éste resolvió zafarse de ellos
de una vez por todas. El indígena confesó ante los estupefactos curas
que había hecho un pacto con el demonio y que éste, a cambio de su alma,
le procuraba todo el dinero que le pidiese. Algunos religiosos
compasivos intentaron el exorcismo contra el demonio y la persuasión con
Cantuña para que devuelva lo recibido y rompa el trato. Ante las
continuas negativas, los extranjeros empezaron a verlo con una mezcla de
miedo y misericordia.
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